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Cómo utilizar una brocha de afeitar.

Para obtener los mejores resultados, recomendamos dos métodos de uso : 

1 - En el tarro : Remoje la brocha de afeitar en agua tibia, escúrrala ligeramente y, a continuación, realice movimientos circulares en el tarro, aplicando una suave presión durante 30 a 60 segundos, dependiendo de la rigidez de las cerdas de su brocha de afeitar.

Una vez que se haya formado una pasta de jabón alrededor de las cerdas de la brocha de afeitar, trabájela hasta obtener espuma sobre el rostro, realizando círculos o movimientos de vaivén (como si pintara) sobre la zona a afeitar hasta obtener una espuma agradable. Puede añadir unas gotas de agua a las cerdas de la brocha en cualquier momento para obtener la consistencia adecuada para usted.

La dosis adecuada de agua consiste en lograr el equilibrio ideal entre una buena protección y un buen deslizamiento. Una espuma de afeitar espesa con menos agua proporcionará más protección, mientras que una espuma de afeitar fina con más agua ayudará a que la cuchilla de afeitar se deslice con más suavidad.

Aclare las zonas afeitadas con agua, preferiblemente fría, para asegurarse de que se eliminan los pelos sueltos y los restos de espuma.

Cuando haya terminado de afeitarse, enjuague bien la brocha de afeitar para eliminar toda la espuma y escúrrala lo mejor que pueda. Enjuague el exceso de espuma de la superficie del jabón y déjelo secar. Pasadas unas horas, puede cerrar la tapa y guardar el jabón en un lugar fresco y seco, alejado de la luz.

2 - En un cuenco de afeitado: Con el dedo, coja una cantidad de jabón de afeitar del tamaño de una almendra y presiónela en el fondo de un cuenco de afeitado. Sumerja la brocha de afeitar en agua templada, escúrrala ligeramente y trabaje la espuma en el cuenco en círculos hasta obtener una espuma de afeitar. Puede añadir unas gotas de agua a las cerdas de la brocha en cualquier momento para obtener la consistencia que más le convenga.

La dosis adecuada de agua consiste en lograr el equilibrio ideal entre una buena protección y un buen deslizamiento. Una espuma de afeitar espesa con menos agua proporcionará más protección, mientras que una espuma de afeitar fina con más agua ayudará a que la cuchilla de afeitar se deslice con más suavidad.

Aclare las zonas afeitadas con agua, preferiblemente fría, para asegurarse de que se eliminan los pelos sueltos y los restos de espuma.

Cuando haya terminado de afeitarse, enjuague bien la brocha de afeitar para eliminar toda la espuma y escúrrala lo mejor que pueda.